miércoles, 4 de noviembre de 2009

¡Señor, lo mas rápido que pueda!



Esteban y Amanda viajaban en silencio y muy separados en el asiento trasero del taxi.-
Pensando las mismas cosas, miraban distraídos por las ventanillas.-
Le habían pedido al chofer que se apurara y el Clío de tapizados grises volaba por Directorio al tiempo de la onda verde.-

-¨...¿Quien te avisó?... preguntó imprevistamente Amanda sin sacar los ojos del paisaje...

“-…La tía Rosita... llamó temprano...me estaba bañando...se lo dijo a Inés...a los tres minutos te llamé...

...¡¿Pero por qué la operaron?...está muy mayor...no va a soportarlo!¨-...


 ...Era eso o se moría Amanda, es así"-...


Esteban se escuchó lacónico. Prendió un negro y le tomó la mano a la chica que lloraba en silencio.-

El taxi frenó casi bruscamente frente al sanatorio...


-"¡Cobráte!"-...


Esteban pagó y esperó el vuelto .-
Ambos salieron muy rápido del auto, ignorando al chico que había corrido a abrir la puerta.-
Aún tomados de la mano subieron raudos los escalones, mientras la puerta de vidrio se abría sola ante ellos..


...-" Perdón ... ¿el quirófano seis?...


Esteban preguntó en voz alta en la mesa semicircular del centro del hall...


-"Ascensor cuatro piso dieciséis"-...La chica de informes con cofia celeste señaló el pasillo de la izquierda...-


...¡Gracias!"-...Esteban y Amanda ahora corrían.-

El ascensor se abrió a un blanco pasillo muy iluminado, la tía Rosita de pañuelo floreado en la cabeza corrió hacia ellos llorando...
-"¡..La abuela aguantó...La abuela aguantó!...Gritó abrazándolos.-


 Se soltó ... dio un paso atrás con la cara llena de lágrimas.-


 La tía de Esteban una sexagenaria muy coqueta desde siempre, no se la podía encontrar sin un prolijo maquillaje jamás...
Ahora desde sus grandes ojos grises, bajaba una gama de colores como una pequeña cascada en busca de un mentón perfecto...-


...Serían las dos de la mañana, me levanté al baño y de vuelta como siempre entré al cuarto de la abuela...estaba sentada en el suelo, con la espalda apoyada en la cama y a oscuras ....
Cuando me vió, estiró un brazo que se le cayó rápidamente...le agarré la cabeza desesperada y me miró apenas...
Me arrojé sobre el teléfono y no sé como, marqué la ambulancia ...estuvieron muy rápido ... dos chicos muy jovenes.-
Sin moverla de donde estaba le aplicaron una endovenosa, después de ponerle algo debajo de la lengua...


La tía Rosita hablaba muy rápido hipando y secándose con las manos las lágrimas...
...El mas alto la cargó en brazos hasta la calle, hablándole permanentemente con la cara muy cerca...


¡"-Ya está abuela...ya está ... vas a estar bien ... tranquila!"-...


...El otro chico que había volado adelante con un enorme maletín tipo heladora ¿viste?... ya tenia abiertas las puertas de la ambulancia y había sacado una camilla a la vereda, la subieron... a mi también y salimos a una velocidad como nunca anduve.-
Alcancé a darme vuelta para ver como el muchacho de la heladora le ponía una máscara mientras le tomaba el pulso...
...¡Dios mío!... la ambulancia volaba...
...Mirando alternativamente a sus sobrinos desde su metro y medio, levantando mucho la cabeza, la anciana prosiguió...


...Llegamos y casi sin detenernos dos personas que esperaban, la sacaron y la llevaron a un ascensor abierto...
... Cuando yo pude llegar hasta aquí...Rosita jadeaba...
...Un médico todo de verde con trapos en los pies y ajustándose un gorro, me tomó de los hombros, me dió un beso y me dijo que esperara que todo iba a estar bien...
...¡Cuatro horas acá!...levantándome cada vez que alguien salía o entraba a las puertas vaivén..
...¡Tranquila, tranquila!...... todos me decían..

Después salió otro médico con instrucciones de que volviera a casa a vestirme y a traer los papeles de la abuela ... radiografías estudios ...todo ... ¿viste?"...
-"Andá ...¿ como te llamás?...
...Rosita doctor...
...Bueno Rosita... andá... vestite y traé todo lo que tengas de la abuela"-...

...Me miré por primera vez y me faltaba una pantufla, estaba en camisón y con la cartera como lo único que había logrado agarrar.-
Por suerte adentro estaban las llaves...
Bueno ... me tome un taxi, los llamé y volví para acá en cuanto pude...
Amanda y Estaban escuchaban a la tía consternados y atentos.-
...Al ratito salio el cirujano, mojado el pecho de transpiración y con el enorme barbijo ahora en el cuello...
-"Ya está Rosita...El médico se acordaba de mi nombre...
¿Trajiste todo?...
...Si doctor...
...Bueno... avisá que la vieja es un roble y soportó la operación como si tuviese treinta años menos... se va a recuperar...
te vemos en un rato... ¿si?"-...-


...Y bueno... bajé a la planta baja y los llamé de nuevo, estaba el contestador"-.

Los tres en el centro del pasillo bajo un enorme plafón redondo y blanco volvieron a abrazarse.-
El sitio ahora se empezó a concurrir...


Un robusto joven de facciones aindiadas y de pelo muy corto negro, vestido también de verde que empujaba un enorme carro lleno de aparatos con cables y pantallitas, se detuvo un instante...
-"¡La vieja es un fenómeno!...Exclamó riendo...
...Tranquilos todo el mundo"!- ... alcanzo a decir cuando ya transponía una puerta vidriada donde se podía leer "AREA RESTRINGIDA" .-

Rosita y sus sobrinos se abrazaron de nuevo, riendo por primera vez.

Marcos, el hermano de Belcha

-“¿Quien es?-…
-Soy yo negra, abrime-…

Belcha, una vez mas, escuchó la voz pastosa, y balbuceante de su hermano, por el portero eléctrico…
Cuando sintió, que el ascensor llegaba, abrió la puerta.-
Marcos, se acercaba, apoyándose en la pared del pasillo, pintada bermellón.-
Su hermana, lo ayudó a subir el escaloncito, lo hizo pasar, y cerró la puerta, echando una mirada, al pasillo, antes.-
Le tomó la cabeza, llena de transpiración, y lo miró de frente, muy cerca.-
El chico, no podía fijar la mirada ... un hilo de baba, incontrolable, le mojaba ahora, la solapa del saco.-
-“¡No podes venir, cada vez que te pasa, boludo!...
 Belcha, sonaba imperiosa, aún en voz baja...
...Hoy ademas, es muy tarde, estaba durmiendo a las nenas...
¡Jorge recién llegó...! Decime...¿¡cómo salgo de esta, Marcos!?...
¿Que querés, que nos pase, a todos?...
Jorge, esta queriendo enterarse... pregunta seguido, y lo voy llevando...pero no quiero... ¿entendés?...no quiero que esto, siga pasando, Marcos"-...

Belcha seguía, con la insostenible cabeza de su hermano, entre las manos.-
Marcos, había insinuado abrazarla, sin lograrlo...
No conseguía, levantar los brazos...
Sintió un puntazo en las rodillas, y cayó delante de su hermana, que lo sostuvo, por las axilas, con gran esfuerzo, mientras miraba hacia la cocina, donde su esposo, cenaba...

...-!Decí algo, contestame, boludo...
Sacada pero en voz muy baja, agregó...
nos va a escuchar!"-...
Todavía de rodillas, frente a su hermana, con un hilo nuevo, de voz, llorando, Marcos, alcanzó a decir...


-¡Es que no puedo salir,negrita...la vida, se me cierra encima...me va a aplastar...no puedo esquivarla...es como un gran techo negro, que se me pone encima...entonces corro, corro...y siempre para acá...así pasa...me voy a morir, Belcha...ayudáme por favor!"-...
Había logrado pararse, y abrazó a su hermana...

-¿Qué pasa, Marcos?-...

La voz grave de Jorge, que venia de la cocina, con una servilleta de papel, en la mano, mejoro notablemente al chico, que soltó a su hermana, y se volvió...


...-No...pasé y -...
Ensayó, torpemente...

...-"Tomá,  Marcos...
. Jorge, le alargó unos billetes, a su cuñado...
 ...Ahora dejanos...es muy tarde, y todos en esta casa, madrugamos...mañana tu hermana, se comunica ...¿ si?...
Jorge, tomó del hombro al joven, y lo llevó hacia la puerta ...
...¡Cuidate!... propuso... nos estamos viendo...
Acompañá, a tu hermano Belcha...chau pibe"-...
Una atribulada hermana, y esposa, lo puso en el ascensor, y le apartó, el sudor, de la frente...


...- Mañana, paso un ratito a verte, cuando vuelvo del centro...dame un beso"...
Marcos besó a su hermana, mirándola a lo ojos...

-"Gracias, negra"-...alcanzó a decir.

Bajó, a los tropezones, hacia el quiosco, al otro lado, de la calle...

...-"¡Una llamada ... quiero hacer una llamada,...qué cabina ... qué cabina !...
 Marcos ahora, levantaba la voz...la mujer del quiosco, que lo conocía, le señaló, una de las dos, que había ...

...-"Entrá en la uno ... en la uno... (-¡maldito drogón, pobre hermana!-) ...
Tardó un rato en comunicarse, le costaba, ver los números...
-"¡¿Sandy... Sandy?!...
Marcos aullaba, dentro de la pequeña cabina...
¡Soy Marcos, soy Marcos ... estoy en la casa de mi hermana... traeme caramusa... estoy en el quiosco... metele... si tengo, carajo... vení tranquilo!"-...
Salió de la cabina, alterado...
-"¡¿A vos qué te pasa,   gorda ?!...andate con cuidado... solamente, quería llamar"...
...-No pasa nada, Marcos... andá...-
... -¡Hacete coger, gorda boluda !-...
Alcanzó a llegar a la vereda, y se sentó en el cordón, hablando, y haciendo ademanes, señalando a la lluvia, y gritando insultos, a los autos, que le pasaban cerca, y lo salpicaban... llovía parejo, desde hacía un rato.-
Marcos se había dormido, sentado al borde de la calle, empapado, cuando llegó la moto, y paró a su lado.-
Un pibe, de casco negro, y zapatillas nuevas, le entregó un pequeño envoltorio, que Marcos, ocultó rápidamente...eligió unos billetes, aquellos de su cuñado, y se los dio al de la moto, que los contó presuroso, acelerando a continuación,  sin despedirse.-

El hermano de Belcha, temblando, abrió un papel, metió un dedo dentro, que sacó, todo blanco, y se lo metió en la boca, frotándose las encías, enérgicamente.-
Se paró, levantando los brazos al cielo, gritando:


...-¡Acá estoy... acá estoy, Carpo... vení... vení estoy acá... vení... vení !-...


Parodiando tocar una guitarra, con las piernas muy abiertas, comenzó a cantar desaforadamente, y a imitar sonidos, cuando sobre la desierta avenida, ahora, diluviaba.-
De a poco, se fue apagando, hasta quedar extenuado, y babeante, apoyado en una pared, llena de grafittis.-

Con los largos cabellos negros, pegados a la cara, se limpió la boca, con la manga del saco, despegándose del muro...
..."--Ahora una coca helada-...silabeó, mirando el quiosco...cruzó ...



El camión de la basura, a gran velocidad, le pegò con el farol izquierdo, en la cabeza...


Como a los diez minutos, una sirena atronó la calle.-
 Aún despiertos, Belcha y Jorge, se miraron.-