domingo, 10 de abril de 2011

Una Gorra se Cae

Una Gorra se Cae

…-“Me llamo Pascasio Ramón Tejeda y allá por la década del 80 supe trabajar de encargado en un garaje por la zona de Liniers.-

…Y así… mucha atención entre las 6 y las 10 de la  mañana. Los propietarios subían a sus autos algunos con el tiempo justo… un brevísimo…

-¡Buenos días Pascasio!…

Y salían rápidamente en dirección a sus ocupaciones…
Una que otra consulta … por ahí había que empujar a alguno flojo de batería…aquél que pagaba un lavado… 
Don Julio que me acercaba el importe de una cochera…
Se trataba en general de un gran movimiento hasta media mañana…


Entonces algún matrimonio mayor sacaba el auto siempre impecable y muy poco caminado, con dirección a algún súper de la zona.-
La vida en un barrio de Bs. As. Por aquellos días transcurría con una paz y una cercanía entre los vecinos que quisiéramos hoy.
Bastaba que el último de los autos se fuera para que el policía de la cuadra, el portero del edificio de enfrente, el barrendero y algún jubilado de la cuadra se acercaran al garaje a tomar unos mates y a arreglar el mundo, bastante menos ríspido que en los tiempos que corren.-
El fútbol y la política temas centrales, nos ocupaban gran parte de las charlas… citábamos asimismo con frecuencia a varios personajes  notorios del barrio en un cuereo despiadado…
Las chicas eran rigurosamente saludadas y evaluadas, apuntando en todos los casos fervorosos comentarios acotados con estruendosas risotadas y palmoteos varios entre nosotros…


...-" Esta pendeja hace un tiempo pasaba con el delantalcito...¡ mirá como se puso...¿podrá ser?!"-...


...-"¡¿Te digo?...yo a la veterana le doy...yo le doy ?!"...
...¡¿-"Viste a la mujer del rotisero ?...que orto...por Dios !-"... 


 En fin… el paso de uno de éstos créditos barriales terminaba siempre en el remanido comentario de que las minas son de lo poco bueno que nos va quedando en éste país.-
El almuerzo convocaba a los amigos a volver a sus casas…abría entonces  mi tapper y casi siempre acompañado del policía que aportaba una gaseosa o un vinito, nos replegábamos a la pequeña oficina a comer alguna cosa que traía de casa y que siempre era resto de la cena .-
En un pequeño Noblex blanco y negro veíamos el noticiero y los comentarios retornaban.-


...-"Pascasio...traje un tres cuartos livianito y una sodita "-...


Santiago López un cabo primero de la 44a custodia de la cuadra de hacía un par de años sacó del interior de su chaqueta una botella de tinto ...
Estos paréntesis del mediodía me ayudaron a entender desde otro lugar,  el perfil y las conductas de un policía en cualquier parada… en general gente empujada a la institución por la poca demanda laboral, vulnerables a cualquier suerte de doctrina que se les quisiera incorporar… no son los hombres, es el sistema.-
Algo instalado desde siempre que se debe aceptar ó irse… y la cosa está muy dura afuera…entonces permanecen…aquellos de moral endeble sucumben… obedecen y pierden por otros… casi siempre…
La siesta… la siesta me tiene ocupado en lavar algún auto o barriendo… primero el local y a continuación la vereda. En un par de horas vendrá el nochero y se trata de entregar todo en orden .-
A eso de las cuatro diariamente, un viejito que vivía a la vuelta  en una casa de mayólica al frente, pasaba saludando respetuosamente quitándose una gran gorra marrón de lana…

-“Buenas tardes, amigo “-….

Una tarde  la gorra se le cayó y corrí presuroso a levantársela…

…-“Caramba don… aquí tiene - …
….-“Gracias amigo, no siempre me ocurre “-…
….-“¡Nunca querrá decir abuelo….nunca vi que se le cayera!“-…
…-“Dice bien señor, jamás me pasa…pero hoy…no sé… ¿vio a mi edad? …no ando bien desde temprano…no he dormido bien…soñé con ella …con Sara …mi esposa … hoy hace tres años que se fue…no recordaba que era el aniversario …ella vino a recordármelo … estaba tan viva en el sueño …me alcanzaba el mate …como hacía siempre…le pasaba el repasador antes de dármelo y se quedaba mirándome…..esas cosas “-…

El viejo se quedó mirando el piso un instante… sacó un pañuelo y se limpió los ojos sin sacarse los lentes… se sonó la nariz y lo guardó en el bolsillo trasero de un pantalón de franela gris que terminaba en un par de zapatos de cordón marrones, bien lustrados…

…-“¿Siempre a lo de Fito, abuelo?...

En la vereda de enfrente casi llegando a la esquina, en una casa del estilo de los chalecitos peronistas, vivía con la esposa y dos hijas adolescentes Fito, el prestamista del barrio.-
Un tipo muy alto y robusto que recorría la cuadra siempre en short…siempre con el mismo además, entrando y saliendo de casi todas las casas de la manzana como si fuesen  de su propiedad .-
Como todos los prestamistas del mundo era despreciado y calumniado largamente.-
Parecía que todos le debían algo y debía ser cierto.-
Su casa era frecuentada por personas en general de condición humilde, siempre compungidos.-
Cuando él se hallaba de recorrida, un muchacho que parecía ser un criado y que luego supimos era su amante también, atendía a la gente aleccionado seguramente, con la misma actitud distante e imperiosa de su patrón…
Martín me enteré se llamaba….
En alguna ocasión se los había visto trompear a algún visitante, para luego empujarlo a la calle en medio de insultos y amenazas… lo usual en éstos casos…alguien no podía pagar una deuda… posponía… y ésta pareja de indeseables se encargaba…


...-"¡Vas a garpar hijo de puta...vas a pagar o te matamos !- " ...

…-“Es mi sobrino… ¿sabe?… el hijo de una hermana que falleció hace muchos años… mayor que yo…la familia vivimos todos cerca…ésa casa era de mi hermana….Fito la heredó y cuando se casó vino a vivir allí…uno no elije a los parientes por desgracia…
El anciano miró hacia la casa…
Trabajó en la Ford  al principio…
Un día lo despidieron, lo indemnizaron y empezó a comprar y vender autos… acá mismo en su casa… los tenía en la puerta con un tachito arriba…
El chico ése que Ud. ve… Martín se llama… mi sobrino lo trajo de afuera un día que fue a buscar un auto al interior… bueno…el chico los lavaba y lustraba  en ocasiones hasta dos veces en un día… brillaban esos coches… enseguida los vendía…siempre tuvo una gran visión para los negocios…
Después…  se hizo prestamista…
Bueno Ud. sabe que ellos soportan muy malos comentarios… muy adversos… en fin…  tendrá que ser –“…

El viejito hizo silencio…era un hombre pequeño y los años… me miraba levantando mucho la cabeza…ando por el metro ochenta y pico y le costaba…

Desde ése día se paró conmigo siempre, a veces largos minutos.-
Conocía la opinión que teníamos todos de Fito y con el tiempo llegué a pensar que la compartía.-
Una vez de tanto mirar para arriba, le temblaban las piernas, le alcancé un banquito… era todo lo que esperaba… empezó a pasar mas temprano para charlar conmigo…
De tanto en tanto prendía un pedazo de habano que guardaba en el bolsillo de arriba del saco…
Aquella tarde acertó a pasar Fito y se cruzó…

…-“¡Hola tío!… ¿chusmeando con Pascasio? …vaya  para casa que Marina le tenía el té preparado… hizo unos sconcitos riquísimos…vaya –“…

Fito volvió a cruzar la calle y el viejo se lo quedó mirando…

…- “Me voy Pascasio… ¿vio?… la nena hizo sconcitos… todas las tardes me prepara un te al que me he acostumbrado”-…

El viejo se incorporó trabajosamente apoyándose en su bastón… me alcanzó el banquito y cuando se iba a despedir, metió una mano dentro de su saco y envuelta cuidadosamente en un nylon me alcanzó una fotografía… observé…

…-“Ésta es la hija de Fito, abuelo… ¿ésta es Marina?-“…

…-“No….ésa era mi hija... Amalia…pobrecita “-....

El parecido con la hija mayor del prestamista era asombroso…

El viejo bajó la vista y un breve sollozo lo ensombreció y le hizo doblarse un poco… Cuando se enderezó tenía los ojos llenos de lágrimas….

…-“¿Vio?... son idénticas… por eso vengo amigo…por ella…por ella soporto la compañía de su padre…son tan parecidas…
Un día voy a creer que mi hija no murió…que está allí conmigo…que nunca se fue…por ahora sigue siendo la hija de Fito…Marina...mi sobrina que es idéntica a mi querida Amalia…
Alguna vez cuando me pierda, terminaré creyendo que es mi hija querida…y ya no sufriré…
Por aquellos tiempos la tuberculosis azolaba a los pobres sobre todo…no había remedio… mi nena se enfermó un mes antes de que se descubrieran los antibióticos... de que llegaran a la Argentina para bien decir...
Pucha… una sola inyección la hubiese salvado… era un ángel… con mi esposa la habíamos deseado tanto…la esperamos mucho tiempo…ella no quedaba embarazada… y finalmente…
Dios la trajo y pronto se la llevó…por ella vengo Pascasio…..por ella…solo por ella “-…

El viejito guardó cuidadosamente la foto y se secó los ojos una vez mas…me saludó con la mano alzada y cruzó la calle lentamente…






Eduardo de Vincenzi
Abril de 2011


Los hechos son verídicos. Se han alterado los nombres de algunos personajes.