sábado, 14 de septiembre de 2013

Amigos

Para entender del todo, lo que van leer, deberán remitirse a "Taxinarradores"  y al texto ... " Una Pasiòn ", donde hago referencia al personaje, que anoche y en compañia del profe Ricardo, que lo conociò allì, reviviò, asuntos que sostengo, con suerte dispar, (Son tiempos muy difìciles) .-
Para los que nunca escucharon de èl, Ricardo es un fanático de Elvis, que anda por los sesenta y pico de años, al que conocimos por Guillermo Kosiner, fortuitamente, como suelen ocurrir, las grandes cosas.-


Hoy mis palabras, seràn breves, y al solo efecto, de compartir, una actitud, que solo personas como Ricardo, o ELVIS, como le gusta que lo llamen, estàn a tiro de generar.-
Tal vez, pueda pasar a visitarlo, solo una, o dos veces por mes.-
Cuando sucede, Ricardo te parte el dia en dos. A continuaciòn de verlo, de pegarle un abrazo, y escucharlo, suelo alegrarme mucho, el resto de la jornada.-
Rompe con todo lo costoso, duro, de una mañana, o una tarde, arriba de un taxi, en Buenos Aires .-
El hombre te introduce en un mundo, que arrasa con una realidad, que te confunde, te aliena, hasta que lo ves, y con los brazos abiertos, viene hacia vos ...- "¿ Que hace' Edu ?... venì ... bajàte un rato " -... 
Y empieza ... te sube a un sitio de sueños, de alegrìa . Un espacio, donde nada de lo que te tiene atento, preocupado, sirve ya .- 
Hacìa unos dias, que me venìa llamando, con msjitos de texto . El taxi, y los pasajeros no coincidìan, en llevarme hasta èl ...hasta anoche ...
Busquè al Profe Alì, en su trabajo, y le propuse acompañarme .-
El camino a su casa, pasa cerquita del negocio, de Ricardo-Elvis ...
Todo lo que le adelantè a mi compañero, en el auto, quedò chico, irrelevante ...
Tambièn acaso, por la poca, o nula experiencia de mi querido Profesor, vinculada a situaciones, como las que te plantea, mi  muy querido amigo .-


Al grano . -
El tema por el que querìa, que me llegara ...
ELVIS PRESLEY, tiene un tema mundialmente conocido, " Zapatos de gamuza azul", de los mas conocidos, y versionados ...
Ricardo, se tomò el trabajo, de encontrar el modelo de los timbos aludidos, y que ELVIS mismo, usara en sus comienzos, como una estrategia de marketing, seguramente .-
Èl, que es zapatero aparador, de oficio, por lo que me contò, hizo dos pares. -
Uno se los cediò, a un nefasto personaje, que se los pidiò, y se los robò posteriormente, y un segundo par, idèntico, que adorna junto a otras joyas, su hermoso, pequeño local, lleno de sueños, de historias inefables, que te pueden dejar tan feliz, como a mi, anoche .- 
El tipo, se tomò el trabajo de hacerme, un " Zapatito de gamuza azul", idèntico a los suyos, para colgar del espejo retrovisor, de mi taxi .-


Una miniatura de increìble prolijidad, una artesanìa, ademàs hecha con AMOR ... lo que la transforma en MÀGICA.-
Finalmente, el abrazo, el agradecimiento, y seguramente, la confusiòn de mi profe, que acababa de conocer, por lo menos ...  a un extraterrestre .-
Gracias Ricardo, por el zapatito, y por tu cerebro, tan adepto a concretar los sueños ... aùn ... cuando, por decir ... UN PREMIO NOBEL DE LA PAZ, AGUARDA EL MOMENTO JUSTO ... DE MATAR ...

Que dios exista, y te tenga siempre cerca, de los que agrdecemos conocerte .-
Abrazo, chau y gracias ... como siempre ...

Eduardo DE VINCENZI
Bella Vista, Septiembre 14 de 2013 


martes, 19 de marzo de 2013

El Arquitecto


“Ignacio Saint Patrick, apretó un botón, y diez segundos después, entró su secretaria desde hacía treinta años, vestida con un talliuer azul, de falda larga, camisa blanca, y tocada con un perfecto rodete. -

Usaba gafas redondas, con mucho aumento. Si no las llevara puestas, su parecido con Eva Perón, era notable... si Evita, hubiese vivido, treinta años más.-

Su mano izquierda, sostenía una carpeta.-

- "Permiso, señor...

- "Adelante, Edith...

La mujer caminó los diez metros, que la separaban, del escritorio de su jefe...

- ¿Quedó algo para firmar?...

El arquitecto Saint Patrick, sin levantar la vista de su notebook, preguntó, informalmente...

Edith Sofía Fainstein, abrió la carpeta, sobre el amplio escritorio de roble, muy ocupado. Libros, papeles, y rollos de planos, dejaban poco espacio, para intercomunicadores, teléfonos, y una gran lámpara redonda, situada muy abajo, que iluminaba todo el espacio de la mesa.-

El resto del estudio, ahora, casi las siete de la noche, en abril, aparecía en una semi penumbra.-

Hombre robusto, de calvicie incipiente, sacó la vista de la pantalla, girando el gran sillón de cuero negro, y alto respaldo.-

Con la lapicera, que su secretaria le extendía, presionó sus pequeños anteojos, hacia el entrecejo. ..

¿Está todo chequeado, Edith?...

Si señor, el contrato de Goldberg, que tanto esperamos, también...

¡¡ Perfecto... muy bien... por fin!!... se hizo esperar...

Saint Patrick, pasó la vista rápidamente, sobre los folios. -

Confiaba en su personal. Había logrado con los años, formar un gran equipo. Meritorio. No era fácil, en los tiempos que corren...

Su firma era admirada, por todos los que la conocían. -

Dos grandes arabescos, uno al principio y otro al final, trazado con amplitud, para luego extenderse, muy legible su nombre y apellido, y por debajo, una línea ascendente. La firma de un tipo próspero, diría alguien, en el tema.-

Él mismo estaba orgulloso. Adquiría además, una suerte de gesto afectado, con su torso y brazo derecho, apoyando delicadamente, sobre el papel, su mano izquierda, en la que lucía, una gruesa, alianza de oro .-

El contrato aludido, fue leído en cambio, en su totalidad, antes de firmarlo...

¡¡Muy bien!!... ¿algo mas?...

No señor, es todo... no olvide retirar sus estudios, mañana, antes de venir...

Si, claro... gracias...

Por un instante, su rostro se tensó, mirando fijamente a la secretaria...

Vaya nomás Edith, yo cierro...

Gracias señor, hasta mañana.-

Dejó caer sus anteojos, que colgaron de un cordón,...

Se tomó el rostro con ambas manos, acodado en el escritorio...

Así estuvo unos minutos, bajo la lámpara...

Con un suspiro se levantó, y se sirvió, un vaso de agua...

Será mañana... murmuró...

Descolgó el auricular, de un rojo brillante...,

- ¡Evangelina!... ¿como estás, amor?...

(pausa)...

-Aquí estoy, esperando que éste día terrible... termine...

(pausa)...

-¡No!... ni hablar...solo quiero... ¡necesito, llegar a casa!... ¡como nunca lo necesité!...

El arquitecto, se tomó el bajo vientre, con un gesto de dolor, silencioso, pero muy marcado...

-Mañana almorzamos juntos... ¿te parece?... te llamo, beso...si eso haré... te amo...

(- ¡Dios!... ni pedir por Él... ya podría... pero sin ella, todo hubiera sido peor... Evangelina... Gracias!! )

Alineadas a su vista, tres fotos de su familia, encuadradas finamente, en cuero...

Tomó la de su hija, y la besó, largamente...

Cuando la puso en su lugar, tenía los ojos llenos de lágrimas...

Tomó un llavero de cuero, muy completo, con su inicial, apagó la luz, y descolgando el abrigo, se encaminó hacia la puerta...

Recorrió con la vista, por un largo instante, el estudio, antes de cerrar...

Ya en la calle, llamó un taxi...

Paraná y Arenales, por favor...

Felicitas Ibarguren de Saint Patrick, hablaba por teléfono, cuando el arquitecto entró a su casa...

¡¡Llegó tu padre, Mariana!!...¿están lejos?... bueno, bueno, los esperamos...

Hola, Ignacio...

Se puso en puntas de pie, para besar a su esposo.-

Era una mujer pequeña, que sujetaba con un broche, el pelo rubio.-

Vestía una larga pollera escocesa, un suéter de cuello V beige, y un pañuelo de seda, anudado al cuello, de costado, se veía debajo, de la camisa celeste...

¡¡ -Enseguida llegan los chicos, querido... el tránsito está infernal!!...

-Muy bien, servime algo, vuelvo enseguida...

El arquitecto, entró al dormitorio, se quitó el saco, y la corbata, y se puso una robe bordó, con solapas azules. -

Miró la puerta que había cerrado, y tomó un envoltorio, que sacó del estante mas alto, del gran placard, de puertas espejadas...

Lo abrió sobre la cama, apareciendo un Smith & Wesson 38 Special, cromado, y con cachas de nácar...

Mirando con insistencia la puerta, lo colocó, en el cajón de la mesa de luz, de su lado...

Anudando la robe, volvió al living...

Felicitas le entregó, un scotch, con hielo...

Buscó su sillón...

Bebió un largo trago, sintiendo, que el licor, lo recorría... con gran placer...

En un segundo sorbo, observó con marcado desdén, como Felicitas, se movía presurosa, alrededor de la mesa, cuidándolo todo...

Ni una sola curva, se podía sospechar, debajo de su muy austero atuendo...

(Siempre fue así... pensó Saint Patrick...también aquél día)...

Pero era una mujer honesta, y buena madre...

Ciriaco Pérez Ortiz, allá, a principios de los setenta, festejaba su cumpleaños, en la casona de Acasusso.-

Eran tiempos de Isabel, y Ciriaco y sus amigos, eran también... conspiradores...

Como a medianoche, se reunieron varios, en el gran despacho, del padre... y los brindis, por dios, y la Patria, se sucedían, a grandes voces...

-“¡Los vamos a hacer mierda, carajo, todo esto acabará... lo veré, en la tapa, de los diarios, al día siguiente!”-

El joven estudiante de arquitectura, siempre, se sintió fuera de éstas cuestiones, y elegía alegremente, unos saladitos, en la gran mesa del salón, cubierta con un impecable mantel blanco, bordado...

Felicitas Ibarguren, recién egresada de Bellas Artes, con una copa de champagne, en la mano, se paró, delante de la torta, de tres pisos, en la cabecera de la mesa...

¡¡Me quedaré hasta que la corten!!...

Se dirigía al joven rubio, que se había llevado un sándwich de pavita, inolvidable, a la boca, viendo como los ojos más verdes, y grandes, que hubiera visto, le sonreían...

(Por allí entré... sin duda...)

El portero eléctrico, sonó musical...

- Llegaron Ignacio... la mujer fue hasta la cocina...

¡¡- Mariana, adelante!!...

En un par de minutos, Mariana y su novio, saludaban a Ignacio, que los abrazó juntos...

-Sientensé chicos... en un ratito comemos...

-Yo voy a ayudar a mamá.

Matías y su suegro se quedaron solos...

- ¿Como va Ignacio... el estudio?

El padre de Mariana, charló en buen tono, con el chico, lo consideraba, le gustaba...

Matías, trabajaba, y estaba en el último año, de su carrera de abogacía...

Todo estaría bien, seguramente.-

Era medianoche, cuando Mariana y Matías, saludaban a sus padres en la vereda Estaba fresco, y enseguida llamaron, al primer taxi que pasaba...

Con las manos alzadas, Ignacio y Felicitas, cerraron rápidamente.-

Se acostaron enseguida.-

Tuvieron un rato de sexo oral, que en los últimos cinco años, era lo único que se permitían.-

El vaginismo de su mujer, y su propia obesidad, no les permitían mas variantes.-

Además... estaba...Evangelina...

Otro puntazo, como aquél en el estudio, no lo dejó disfrutar, de su eyaculación...

Felicitas se durmió enseguida, él, estuvo un rato despierto...

Cuando se disponía a dormir, hecho un vistazo, dentro del cajón de su mesa de luz...allí estaba...

Apagó su velador, y sintió que el sueño llegaba...

La mañana, apareció lluviosa .Le costó encontrar un taxi...

- Marcelo T. y Junín... anunció, cuando consiguió uno... por Junín antes de llegar a Marcelo T., chofer, me espera un instante, retiro algo, y seguimos... ¿si?...

El chofer asintió con la cabeza...

No estaban lejos, en diez minutos llegaron...

Un segundo, chofer...

Saint Patrick desapareció, tras la puerta de vidrio, del laboratorio...

En cinco minutos, bajó corriendo, los pocos escalones de la entrada, con un sobre blanco, de buen tamaño, en la mano.-Cruzó velozmente, Junín. Aún llovía, suavemente...

Se sentó jadeando...

- Cerrito y Viamonte, por favor...

Estuvo unos minutos, recuperando el aire, sentado, mirando por la ventanilla...

Habían cruzado Callao, cuando tomó el sobre, que había dejado sobre el asiento...

Lo abrió, y extrajo una hoja, despaciosamente...

No habían pasado, dos minutos, cuando, Elías, el chofer, lo escuchó decir...

-¡¡Yo sabía... yo sabía... Dios!!...

Elías Vázquez, el chofer, lo vio por el espejo, meterse el revolver en la boca... disparó...

Su cuerpo, se movió hacia adelante y hacia atrás, violentamente, al tiempo que la luneta, explotaba...

El chofer clavó, y se tiro del auto, gritando...

El arquitecto, aún tenía en su mano, el sobre del laboratorio, cuando todo se llenó, de curiosos, policías, y aullidos de ambulancias.

Montoya, oficial a cargo, hizo una seña al sargento, arrodillado, junto al cuerpo, y Sidirack, deslizó el cierre de la bolsa, ocultando la cabeza destrozada, del arquitecto, de la vista de todos.-

Dos policías, subieron con gran esfuerzo, el cuerpo a la morguera policial, cerraron las puertas, y quitándose, los guantes de látex, treparon a la camioneta, que salió a buena marcha, eludiendo, a los curiosos...

El médico de la segunda ambulancia, se acercó a Montoya, que tomaba apuntes, sobre una tablita con hojas membretadas...

-Tenía cáncer el gordo, ¿no, oficial?...

¡Aja!... el policía, no levantó la vista...

-Pobre tipo, sesenta y seis años... ¡En fin!... el tachero, tiene una crisis nerviosa, me lo llevo al Fernández... Ud. nos acompaña?...

Por supuesto, sígannos... ¡Sidirack!...es hora, vamos...

El patrullero, precediendo a la ambulancia, partió, con baliza y sirena, prendidos...

En Paraguay, antes de llegar a Cerrito, quedaban... un taxi a 45 grados, con las cuatro puertas abiertas, y vidrios dispersos, llenos de sangre, a su alrededor...

¡¡Atentos, atentos!!... móvil para Alberdi y Doblas... móvil para Alberdi y Doblas -

El radio taxi, no había sido silenciado... Dos policías en sus motos cortaban, la calle con grandes ademanes, y a los pitazos.... circulen...circulen...



"El Arquitecto"
Original de Eduardo DE VINCENZI

domingo, 10 de febrero de 2013

Don Bosco y Treinta y Tres Orientales


"¡¡¡¡-Gascón y Rivadavia… Gascón y Rivadavia!!!"-…



"¡¡¡-171…171…171… -!!!"…



El chofer, canoso, gordo, y con barba, atrapó el micrófono febrilmente, y contestó en buen tono, con el transmisor, pegado a sus labios…



"¡¡¡-Dirija 171…Don Bosco, 43…!!"

En escasos 3 minutos, el Corsa, se detuvo, en la dirección indicada . –

Una construcción antigua, con tres puertas, muy altas, continuadas, e idénticas…

El chofer descendió, y tocó el timbre…

Una voz de mujer, raspada, le pidió, esperar un instante .-

Se escucharon girar una llaves, correr un cestillo, y al instante, apareció un hombre de unos treinta y pico de años, vestido con un pijama ocre, sucio, una hirsuta barba negra, como su cabello, que lucía desaseado, y revuelto.-

Abrió ambas hojas de la puerta, y se hizo a un lado, bien apoyado en una de ellas, sin apenas mirar, a los que les franqueaba, la salida. .-

Una altísima, y angosta escalera, se veía detrás de todos.-

La atribulada joven, de pelo largo y enrulado, sujeto con un broche de madera, llevando a pulso, un extraño artefacto, dentro del cual un niño, sentado, en una incómoda posición, movía sus brazos, en extrañas parábolas.-

La mujer depositó con sumo cuidado, el coche y su niño, en el pequeño hall de la entrada, y algo murmuró al hombre, que asintió sin mirarla.-

-”Señora…¿puedo ayudarla ¿”-… el chofer se ofreció presto, al tiempo que el de barba, cerraba rápidamente, ambas hojas, de la enorme puerta . –

Se pudo oír, cuando corrió los cerrojos… y giró las llaves…

-”No se preocupe estoy canchera, es de todos los días, la cosa”-…

La morocha, velozmente, apoyó al niño, en el asiento trasero, y desarmó, aún en la vereda, el cochecito en varias partes, que volvió a armar, dentro del auto, colocando finalmente al chico, de unos 5 o 6 años, con gran cuidado, en la silla que había, colgado del respaldo trasero, del taxi . –

-¡”Vamos chofer!… anunció con la respiración, demasiado frecuente…Conesa y Federico Lacroze… si no es problema... siempre vamos hasta Córdoba, Olleros hasta Conesa… y son unos metros, cruzando Lacroze… gracias…”-



El chico, padecía una parálisis cerebral, de las más severas . –

La abnegada madre, que no olvidaré en mi vida, me contaba el gordo, en cuanto también se sentó, se arrojó sobre el niño, con una atadito de pañuelos de papel, con los que contenía, un constante babeo, que nunca llegó a tocarle, el impecable pulóver azul, de cuellito V . –

Unos pantaloncitos grises, que protegían hasta las rodillas, sus piernas inertes, completaban su atuendo .-

Una especie de cabezal, sostenía la cabeza de Diego…

El nombre que en el trayecto, de unos quince minutos, su madre debe haber repetido, cincuenta veces…

-"Te amo, ángel mió…mi corazón”-…

Y todo era, corregir posturas, caricias, y una constante charla, que con seguridad, el pequeño, jamás pudo entender, ni responder…

El niño, no hablaba, y de a ratos, daba la impresión, de que ella, estaba sola en el asiento trasero, ensayando un texto, que hubiese de interpretar…

La mejor madre, que conocí en mi vida, dijo mi amigo .-

En una ocasión, un jadeo, con un ronquido espantoso, surgió de la boca de Diego, que se hubiera ahogado, en su propia saliva, de no encontrarse, su madre cerca .-

De éste hilo de coser, dependía su vida .-

Mi amigo, en estos momentos, se debatía entre seguir, arrojarse del auto, y salir corriendo .-

Su madre se echó sobre él, sorbiendo en su boca, la flema . –

Una centésima vez, había salvado, su inexplicable existencia…

Y volvieron sus mimos, sus palabras de aliento, y sus pericias componedoras, de miles de episodios análogos…

Las palabras, el constante parloteo íntimo, de media voz, que acaso, justificaban todo aquello… sólo para ella .-

El chico, era un muñeco inarticulado, sobriamente, aseado, y vestido, que no podía siquiera, mirar a los ojos, a su madre. –

No estaba, en realidad .-

Jamás estuvo en éste mundo, que no sea porque respiraba, y su madre se hacía cargo, de lo que mas deseó seguramente, en su vida… tener un hijo… como cualquier mujer, en cualquier sitio .-



Mi compañero, me confesó, haberse vuelto a su casa, en cuanto lograron sus pasajeros, bajar del auto, con las dificultades, que se pueden imaginar .-

El lugar, que resultó ser un centro médico especializado, privado además, para temas de estas características ..-


Una docena de ambulancias, algunas adaptadas, para pacientes muy graves, especiales, ocupaban la dársena del Centro, subiendo, y bajando chicos, de patologías similares .-

Él no conocía el lugar, y nunca se había encontrado, en una situación semejante .-

Niños parapléjicos, en camillas, eternamente acostados, mudos y sordos, sin pensamiento alguno…

Núcleo inenarrable, de la desgracia eterna, de sus padres, fortuitamente tocados, por todos los males, que nadie desearía, ni a sus enemigos, mas enconados….

Suplicios extremos, irreversibles…

Un gran negocio además, para quienes saben, que no podrán ir hacia adelante , mas que unos pocos centímetros, en toda una existencia, de padecimientos… y de facturar .-

Miguel Ángel, casi huyó del lugar… rumbo a su casa…

Y un par de días después, cuando tomábamos un café de carrito, en la plaza Armenia… dijo…mirando fijamente al piso, con su vasito de papel en la mano…

-”Me volví a casa, en cuanto se bajaron…

Ahora que caigo, no les cobré el viaje… ni se me pasó por la cabeza…

Llegué, y abracé a mis hijas, como nunca, lo había hecho…

Le dije a la bruja… me encontré una billetera… andá a comprar un vacío, que lo tiramos a la parrilla…hoy no laburo”-…

Sorbió el fondo de su café, y tiró el vasito en el canasto…

-”¡Ah!…me gritó cuando se iba… -”Y matáte…dios no existe!…







“Don Bosco y Treinta y Tres Orientales”.-

Original de Eduardo DE VINCENZI

Bella Vista – Buenos Aires

Febrero 10 de 2013 .-


40 Años


Reflexión de Año nuevo

Intenta ser mi msj. de Año nuevo, para TODOS ... Los que me quieren, y los que me padecen .-
Son las 19.00, y estoy solo frente a mi màquina, con mis perros y mis gatos a mis pies .-

Tan luego, a continuaciòn de haber sobrevivido, a una nueva predicciòn de fin del mundo, que aunque habitual, mi asco se renueva .-
Era muy probable, que hiciese referencia a mi ritual, invicto, Universal ...






El abrazo ...
Al otro ...
Al que lo espera ... y al que no ...
Para unos, y para otros ...
Funciona casi siempre ... de igual manera ...
Los tiempos que corren ... y encontràs ...
La mirada esquiva, al piso ...  el celular ...
El gesto adusto ...
O el silencio ...
Hazlo ...
Provoca un sonido muy tenue, para que alze la cabeza ...
El otro ...
Entonces ...
Se te abriràn los labios, en un introito de sonrisa ...
No tengas miedo ... deberà ocurrir ...
Levantà despacio un brazo ...
Un instante ...
Ambos ahora ...
Un paso, dos, tres ...
Hacia aquèl, que te espera, te desea, te teme ...
Trotas ... llegas ... un tris ...
Y lo abrazas ...
Apretàs ...
Tus ojos y los que te miran ...
Se mojan ... 
Te reìs ...
Ella tambièn ...
Te despegas un instante ...
Besas sus làgrimas ..
Y vuelves a cerrar tus brazos ...
Te imita ... irremediablemente
Vos elegìs ...
Vos sabràs a quièn sanaràs ...redondamente ...
A quièn abrazaràs siempre ...mientras vivas ...
No importa cuan lejos estès ...

Y cuando el misterio de la vida, se cierre ...
Un abrazo final ...
Estarà bien ...





Eduardo de Vincenzi
Bella Vista -Buenos Aires

jueves, 31 de enero de 2013

Baudilia



Mi abuela, era una mujer del siglo XIX .-
Habìa nacido en 1886, en un pueblito de nombre Bayauca, que de poco importarme, ni siquiera sè como se escribe ...
Por allà, por Lincoln, Los Toldos ... no se ...
En los lìmites de la Provincia de Buenos Aires ...
Podrìa guglearlo, pero prefiero, seguir solo sospechando, por donde es ...
De ella, de èse sitio y de aquelllos tiempos, tengo una cuestiòn, que hoy conoceràn, algunas personas mas .-



Baudilia barrìa el patio de tierra de su casa, con una rama, y su bebè de ocho meses, un poco mas allà, en el suelo, jugaba con un autito de madera, que le habìa hecho su papà .-
Aùn no caminaba, y estaba vestido, solo con su pañal . Era verano, y a media mañana, el calor ya se hacia notar .-
La mujer, mojò un pañuelo de colores, en un recipiente colgado del porche, y  se lo atò en la cabeza . -
Tomò en brazos a su hijo, lo acercò a la olla, y mojò su carita, y las matitas rubias de su pelo .-
Lo volviò a su lugar, y le mostrò su juguete, dàndole un sonoro beso en la frente .-
Retomò la escoba, y se dispuso a terminar de barrer.
Pronto su esposo y los peones, volverìan del campo, y el almuerzo debìa estar al punto .-
Los separaban ahora, unos veinte metros ...

Desde los pastos altos que rodeaban la casa, una serpiente, llegò al claro, y levantò su cabeza, con una cruz negra muy visible, observando la escena ...
Centrò su atenciòn en el niño, que ahora gateaba hacia su juguete ...
La joven madre, vestida totalmente de negro, se congelò al verla ... una pequeña nube de polvo la rodeaba, cuando dejò de barrer ...
Mirò a su hijo, desesperada, e hizo un brevìsimo, e instintivo gesto de correr hacia èl ... la razòn le llenò la cabeza ... solo empeorarìa las cosas ... 
El animal comenzò a reptar lentamente, en direcciòn al niño,que jugaba sin ver a lo que ocurrìa ...
Baudilia, tensa como una cuerda, caminò lentamente de espaldas, hacia la casa, sin perder de vista a su hijo, y a la muerte que lo acechaba ... 
En segundos volviò, y con toda la lentitud que le aconsejaba, su vida entera en esos parajes, depositò una gran tinaja de metal, llena de leche, entre su hijo y la serpiente, que al olfatear el lìquido, se detuvo ...

Por interminables segundos, con la cabeza y su cruz negra sobre ella, levemente alzada, sacò varias veces, su larga lengua bìfida ...
Por fin se desviò, y un poco mas ràpido, encarò el recipiente, en el que se introdujo entera.-
Solo el final de su cola, se podìa ver, en el borde de la vasija ...
La mujer corriò hacia su hijo, lo alzò con un ademàn contra su pecho, y lo entrò a la casa, de la que volviò, con una gran tranca de madera, que usaban para trabar la puerta, por las noches ...
El nivel de lìquido bajaba lentamente, descubriendo el cuerpo de la vìbora, lustroso y brillante al sol, bañado en leche ...
Se deslizò hacia afuera, hinchada, y no habrìa recorrido dos metros, cuando Baudilia le asestò un solo golpe, en el centro de la cruz .-
El animal, lanzò un coletazò que sacò de sus manos el palo, que cayò a sus pies .-
Pero solo eso, estaba muerta, antes del coletazo .-
La cabeza aplastada y llena de sangre, habìa quedado, como hundida en la tierra . La desesperaciòn y el miedo, le habìan dado a Baudilia, una fuerza inusitada .-
Se acercò al bicho inerte, y con los puños en la frente, cayò de rodillas, llorando y gritando, cara al cielo ...
Corriò hacia la casa, y no volviò a salir, hasta un largo rato ...

Era mediodia, cuando Victoriano, su esposo, y unos diez peones, sudorosos, y con herramientas en sus manos, la encontraron sentada, con su niño en brazos, en el largo banco del patio, llorando en silencio .-
Victoriano, diò algunas òrdenes y abrazò a su familia, contra su pecho ...

Ramòn el capataz, con una vara, levantò a la serpiente, y la arrojò a un pozo de desperdicios .-
Reuniò unas ramas secas, y al tanto todo aquèl pozo, estaba ardiendo, con llamas de buena altura ...

Nicasio y "El requemao", cortaban un salamìn y un poco de queso, que comìan sobre una tabla, bajo el techito del galpòn .-
Sorbìan vino tinto, de una botella enfriada en el arroyo, y envuelta en un trapo ...

- "La patrona, tendrà una buena vida desde hoy " - ... dijo Nicasio, masticando pan casero y queso, con la mirada al piso ...

- " ¿ Y de ahi ? "- ... preguntò "El Requemao ", a quièn asì llamaban, por el color muy oscuro de su piel, mas de intemperie, que de etnia ...


- " No ... que dicen, que el que mata con un palo, una vìbora de La Cru', pegàndole en la misma cru', no pude sufri' daño alguno, nunca maj en la vida "- ...

- " ¡ Ahà ! " - ... contestò el otro, mirando las llamas, que aùn ardìan en el pozo ...


Tuvimos a la abuela Baudilia, mucho tiempo con nosotros . Muriò muy anciana, allà por el setenta y pico ...
Cuando alguna adversidad, se presentaba, se le escuchaba decir :

- " No mijo, nada va a pasar ...Dioj y la Virgencita nos và a ayuda' ... va a ver uste' ...
 Yo he matau con un palo, de moza, allà en el campo, una vìbora de la Cruj ...  con un palo (*) en el medio de su cruj ...  ¡¡ Nada podrà pasarnos  !! "- ...


La abuela Baudilia, se creìa invulnerable, como un superhèroe moderno ... como en una historieta ...



(*) Por aquellos pagos, en esos años, circulaban varias leyendas, como aquella de la vìbora de La Cruz y su muerte ... e invulnerabilidad, para quièn la matara ... de por vida .-

Original de Eduardo DE VINCENZI

Bella Vista - Buenos Aires 

Enero 31 de 2013 .-