domingo, 10 de febrero de 2013

Don Bosco y Treinta y Tres Orientales


"¡¡¡¡-Gascón y Rivadavia… Gascón y Rivadavia!!!"-…



"¡¡¡-171…171…171… -!!!"…



El chofer, canoso, gordo, y con barba, atrapó el micrófono febrilmente, y contestó en buen tono, con el transmisor, pegado a sus labios…



"¡¡¡-Dirija 171…Don Bosco, 43…!!"

En escasos 3 minutos, el Corsa, se detuvo, en la dirección indicada . –

Una construcción antigua, con tres puertas, muy altas, continuadas, e idénticas…

El chofer descendió, y tocó el timbre…

Una voz de mujer, raspada, le pidió, esperar un instante .-

Se escucharon girar una llaves, correr un cestillo, y al instante, apareció un hombre de unos treinta y pico de años, vestido con un pijama ocre, sucio, una hirsuta barba negra, como su cabello, que lucía desaseado, y revuelto.-

Abrió ambas hojas de la puerta, y se hizo a un lado, bien apoyado en una de ellas, sin apenas mirar, a los que les franqueaba, la salida. .-

Una altísima, y angosta escalera, se veía detrás de todos.-

La atribulada joven, de pelo largo y enrulado, sujeto con un broche de madera, llevando a pulso, un extraño artefacto, dentro del cual un niño, sentado, en una incómoda posición, movía sus brazos, en extrañas parábolas.-

La mujer depositó con sumo cuidado, el coche y su niño, en el pequeño hall de la entrada, y algo murmuró al hombre, que asintió sin mirarla.-

-”Señora…¿puedo ayudarla ¿”-… el chofer se ofreció presto, al tiempo que el de barba, cerraba rápidamente, ambas hojas, de la enorme puerta . –

Se pudo oír, cuando corrió los cerrojos… y giró las llaves…

-”No se preocupe estoy canchera, es de todos los días, la cosa”-…

La morocha, velozmente, apoyó al niño, en el asiento trasero, y desarmó, aún en la vereda, el cochecito en varias partes, que volvió a armar, dentro del auto, colocando finalmente al chico, de unos 5 o 6 años, con gran cuidado, en la silla que había, colgado del respaldo trasero, del taxi . –

-¡”Vamos chofer!… anunció con la respiración, demasiado frecuente…Conesa y Federico Lacroze… si no es problema... siempre vamos hasta Córdoba, Olleros hasta Conesa… y son unos metros, cruzando Lacroze… gracias…”-



El chico, padecía una parálisis cerebral, de las más severas . –

La abnegada madre, que no olvidaré en mi vida, me contaba el gordo, en cuanto también se sentó, se arrojó sobre el niño, con una atadito de pañuelos de papel, con los que contenía, un constante babeo, que nunca llegó a tocarle, el impecable pulóver azul, de cuellito V . –

Unos pantaloncitos grises, que protegían hasta las rodillas, sus piernas inertes, completaban su atuendo .-

Una especie de cabezal, sostenía la cabeza de Diego…

El nombre que en el trayecto, de unos quince minutos, su madre debe haber repetido, cincuenta veces…

-"Te amo, ángel mió…mi corazón”-…

Y todo era, corregir posturas, caricias, y una constante charla, que con seguridad, el pequeño, jamás pudo entender, ni responder…

El niño, no hablaba, y de a ratos, daba la impresión, de que ella, estaba sola en el asiento trasero, ensayando un texto, que hubiese de interpretar…

La mejor madre, que conocí en mi vida, dijo mi amigo .-

En una ocasión, un jadeo, con un ronquido espantoso, surgió de la boca de Diego, que se hubiera ahogado, en su propia saliva, de no encontrarse, su madre cerca .-

De éste hilo de coser, dependía su vida .-

Mi amigo, en estos momentos, se debatía entre seguir, arrojarse del auto, y salir corriendo .-

Su madre se echó sobre él, sorbiendo en su boca, la flema . –

Una centésima vez, había salvado, su inexplicable existencia…

Y volvieron sus mimos, sus palabras de aliento, y sus pericias componedoras, de miles de episodios análogos…

Las palabras, el constante parloteo íntimo, de media voz, que acaso, justificaban todo aquello… sólo para ella .-

El chico, era un muñeco inarticulado, sobriamente, aseado, y vestido, que no podía siquiera, mirar a los ojos, a su madre. –

No estaba, en realidad .-

Jamás estuvo en éste mundo, que no sea porque respiraba, y su madre se hacía cargo, de lo que mas deseó seguramente, en su vida… tener un hijo… como cualquier mujer, en cualquier sitio .-



Mi compañero, me confesó, haberse vuelto a su casa, en cuanto lograron sus pasajeros, bajar del auto, con las dificultades, que se pueden imaginar .-

El lugar, que resultó ser un centro médico especializado, privado además, para temas de estas características ..-


Una docena de ambulancias, algunas adaptadas, para pacientes muy graves, especiales, ocupaban la dársena del Centro, subiendo, y bajando chicos, de patologías similares .-

Él no conocía el lugar, y nunca se había encontrado, en una situación semejante .-

Niños parapléjicos, en camillas, eternamente acostados, mudos y sordos, sin pensamiento alguno…

Núcleo inenarrable, de la desgracia eterna, de sus padres, fortuitamente tocados, por todos los males, que nadie desearía, ni a sus enemigos, mas enconados….

Suplicios extremos, irreversibles…

Un gran negocio además, para quienes saben, que no podrán ir hacia adelante , mas que unos pocos centímetros, en toda una existencia, de padecimientos… y de facturar .-

Miguel Ángel, casi huyó del lugar… rumbo a su casa…

Y un par de días después, cuando tomábamos un café de carrito, en la plaza Armenia… dijo…mirando fijamente al piso, con su vasito de papel en la mano…

-”Me volví a casa, en cuanto se bajaron…

Ahora que caigo, no les cobré el viaje… ni se me pasó por la cabeza…

Llegué, y abracé a mis hijas, como nunca, lo había hecho…

Le dije a la bruja… me encontré una billetera… andá a comprar un vacío, que lo tiramos a la parrilla…hoy no laburo”-…

Sorbió el fondo de su café, y tiró el vasito en el canasto…

-”¡Ah!…me gritó cuando se iba… -”Y matáte…dios no existe!…







“Don Bosco y Treinta y Tres Orientales”.-

Original de Eduardo DE VINCENZI

Bella Vista – Buenos Aires

Febrero 10 de 2013 .-


40 Años


Reflexión de Año nuevo

Intenta ser mi msj. de Año nuevo, para TODOS ... Los que me quieren, y los que me padecen .-
Son las 19.00, y estoy solo frente a mi màquina, con mis perros y mis gatos a mis pies .-

Tan luego, a continuaciòn de haber sobrevivido, a una nueva predicciòn de fin del mundo, que aunque habitual, mi asco se renueva .-
Era muy probable, que hiciese referencia a mi ritual, invicto, Universal ...






El abrazo ...
Al otro ...
Al que lo espera ... y al que no ...
Para unos, y para otros ...
Funciona casi siempre ... de igual manera ...
Los tiempos que corren ... y encontràs ...
La mirada esquiva, al piso ...  el celular ...
El gesto adusto ...
O el silencio ...
Hazlo ...
Provoca un sonido muy tenue, para que alze la cabeza ...
El otro ...
Entonces ...
Se te abriràn los labios, en un introito de sonrisa ...
No tengas miedo ... deberà ocurrir ...
Levantà despacio un brazo ...
Un instante ...
Ambos ahora ...
Un paso, dos, tres ...
Hacia aquèl, que te espera, te desea, te teme ...
Trotas ... llegas ... un tris ...
Y lo abrazas ...
Apretàs ...
Tus ojos y los que te miran ...
Se mojan ... 
Te reìs ...
Ella tambièn ...
Te despegas un instante ...
Besas sus làgrimas ..
Y vuelves a cerrar tus brazos ...
Te imita ... irremediablemente
Vos elegìs ...
Vos sabràs a quièn sanaràs ...redondamente ...
A quièn abrazaràs siempre ...mientras vivas ...
No importa cuan lejos estès ...

Y cuando el misterio de la vida, se cierre ...
Un abrazo final ...
Estarà bien ...





Eduardo de Vincenzi
Bella Vista -Buenos Aires